En 1865, tras el asesinato de Abraham Lincoln, ocho personas son detenidas y acusadas de conspirar para matar al presidente, al vicepresidente y al secretario de Estado. Entre ellas está Mary Surratt (Robyn Wright), la dueña de una pensión, donde John Wilkes Booth (Toby Kebbell), el autor material del magnicidio, y sus cómplices se reunieron y planearon el atentado. Mientras el resentimiento contra el Sur domina a las autoridades de Washington, el joven abogado Frederick Aiken (James MacAvoy), héroe de guerra unionista, se ve obligado a defender a Surrat ante un tribunal militar. Sin embargo, muy pronto empieza a sospechar que su defendida podría estar siendo utilizada como señuelo y rehén para capturar a su hijo John (Johnny Simmons). (FILMAFFINIY)
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