El idilio de Fassbinder con Hollywood es una relación peculiar y sorprendente, pues si bien Fassbinder nunca llegó a trabajar en los estudios americanos y sus películas siempre retrataban su Alemania natal, nunca dejó de mirar hacia la meca del cine como fuente de inspiración, en particular para la realización de sus conocidos melodoramas. Robert Fischer se translada hasta el Hollywood de hoy en día para mostrarnos, a través de las amistades del director y de fragmentos de sus películas, que aún en la actualidad la influencia de Fassbinder en el nuevo continente se mantiene intacta. (FILMAFFINITY)
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