Mi querida señorita

Adela Castro ha gastado los cuarenta y tantos años de su vida en soledad, meditando que se ha quedado soltera porque físicamente no le quedaba otro remedio. Tiene un secreto; se afeita todos los días y además tiene desarreglos de conciencia. Su confesor le envía a un médico, quien le da su diagnóstico: Adela es un señor. (FILMAFFINITY)



No hay comentarios:

Publicar un comentario